Desde hace algún tiempo que quiero compartir esto con todos vosotros, mi pena y mi cabreo de ver hasta qué extremos está llegando mi querida raza, «el Perro de Agua Español». Esa raza de la que yo me enamore y de la que quise formar parte con toda mi ilusión.
Ilusión, que se va viniendo abajo al ver una y otra vez los desastrosos ejemplares que se van paseando por las exposiciones y en muchos casos llegando hasta los primeros puestos.